La ley de la correspondencia
Esta es la ley favorita de Brian Tracy. Resume muchas de las demás leyes mentales. En su forma más sencilla expresa: «Así como seas por dentro, serás por fuera».
Esta ley estipula que nuestro mundo exterior tenderá a ser un reflejo de nuestro mundo interior. Dicho en otros términos: «A donde quiera que mires, allí te encontrarás». En cada parte de nuestra vida podremos ver nuestro verdadero ser.
La ley de la correspondencia establece que nuestra vida es un espejo que
refleja nuestros pensamientos dominantes, en todas las áreas. Nuestras relaciones en el mundo exterior son un reflejo del tipo de persona que nostros somos interiormente respecto de los demás. El trabajo, la carrera, la posición y la situación financiera son un reflejo directo de nuestra mentalidad, preparación y aplicación a nuestra vida empresarial. Nuestra salud exterior es un reflejo directo de nuestras actitudes y comportamientos respecto a la dieta, el ejercicio y el descanso.
La fabulosa verdad es que nosotros podemos controlar solamente una cosa en nuestra vida: ¡nuestros pensamientos! Como escribiera una
vez Viktor Frankl, fundador de Logotherapy: «La última gran libertad de una persona es poder escoger la actitud que adoptará ante cualquier conjunto dado de circunstancias». Nosotros podemos decidir en qué vamos a estar pensando la mayor parte del tiempo, y controlar así toda nuestra vida.
Y como solamente nosotros podemos controlar nuestros pensamientos, nos encontramos en total control de nuestra vida. Si deseamos cambiarla en el plano exterior, solamente tenemos que ponernos a trabajar para cambiar en nuestro interior. Según las leyes universales de la mente, en la medida en que nuestro mundo interior cambie, el mundo exterior también cambiará para adaptarse al interior.